domingo, 6 de octubre de 2013

Cero fútbol

El partido entre Muñiz y San Miguel fue suspendido por problemas con el público visitante en las inmediaciones del estadio. Segundo encuentro postergado por estas circunstancias.

Se sabía que algo podía pasar. Nadie supo resolver lo que se preveía. En las redes sociales algunos hinchas del Trueno se autoconvocaron a asistir a la cancha de Puerto Nuevo, ya que no puede asistir el público visitante, pero por parte del conjunto local salió un comunicado que informaba que podían concurrir siempre y cuando no muestren cosas relacionadas al verde y blanco (camisetas, banderas, etc.). Es sabido que en el fútbol argentino sólo pueden ir a los estadios los locales, aunque debido a la amistad y cercanía entre ambos clubes se decidió esta medida polémica, que toca más lo económico que otra cosa por parte del Rayo Rojo.

La mayoría de los simpatizantes de San Miguel desistió a esta situación. Algunos pocos fueron pacíficamente hasta Campana, aunque algunos se identificaron claramente como hinchas del conjunto de Los Polvorines.

Una caravana de entre 15 y 20 autos empezaron a llegar a las cercanías de la cancha, haciéndose sentir, y esto colapso a la escasa presencia policial (alrededor de 20 efectivos). El jefe encargado del operativo decidió suspender el cotejo y se lo transmitió al árbitro Edgardo Kopanchuk. El juez no tuvo otro remedio que acatar la orden y comunicarles a los dos planteles que la pelota esta tarde no iba a rodar. “Las condiciones no estaban dadas”, dijo el réferi.

Esta no es la primera vez que no se inicia un encuentro. Por la sexta fecha, el Trueno debía visitar en la cancha de Juventud Unida a Central Ballester, pero la contienda no se llevó a cabo por una situación similar. De todas formas, este partido contra el Canalla ya tiene fecha: será el miércoles 9 en el estadio de Lugano (impartirá justicia Hernán Dellacasa).

Igual San Miguel seguirá teniendo un partido menos que los demás rivales, porque por el momento el clásico barrial con Muñiz no tiene fecha de reprogramación. Cosas que sólo se presentan en este fútbol doméstico.

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